Photo by Man Ray
Hace poco volví a hablar con mi ex, el de 5 años, sí, el mismo por el cual sufrí, lloré y me sentí morir por dentro cuando me terminó; no me mal entiendan, yo el capitulo con él lo tengo más que superado, pero no me parecía correcto estar de malas con alguien que ha significado tanto en mi vida, no quería que si el día de mañana nos topábamos en la calle, dar vuelta la cara y hacer como si no lo conociera, cuando en realidad lo llegué a conocerlo más que a mi.
Este reencuentro, después de casi 2 años de haber terminado, después de haber sanado todas esas heridas que quedaron con la ruptura, me han servido para poder agradecerle el haberme terminado, porque yo en esos momentos estaba tan enamorado que no podría haberlo hecho, le agradecí, porque he crecido tanto después de eso; ese descomunal dolor me ha servido para ser mejor persona, para ser quien hoy soy, un tipo feliz de la vida, que esta equilibrado y que ha superado las superficialidades para dar paso a uno más espiritual y que necesita poco para ser feliz. Le agradecí por haberme querido, por haberme traicionado y por haberme terminado; le di gracias por lo bueno y lo malo, sobretodo lo malo, el ser humano no aprende si no se equivoca, no crece si no se cae, la gracia en la vida esta en lograr superar los problemas, no vivir sin ellos.
Él me confesó que a los pocos meses se sentía arrepentido de haber terminado, pero yo gracias a ese inmenso dolor, es que ahora me conozco mejor, sé que puedo volver a levantarme y sé que amé intensamente, me siento orgulloso de haber superado (el dolor), sanado y perdonado.